Los insecticidas son productos químicos utilizados en la protección de los cultivos contra insectos plaga que dañan las plantas y reducen su producción. Estos productos pueden tener diferentes formas de aplicación, tales como pulverización foliar, aplicación al suelo o tratamiento de semillas. Los insecticidas están diseñados para matar o controlar la población de insectos plaga, y se clasifican en diferentes categorías según su modo de acción y su espectro de control. Al elegir un insecticida, es importante considerar la plaga específica que se quiere controlar, el tipo de cultivo, el método de aplicación y el impacto ambiental y de salud humana. Además, se deben seguir las instrucciones del fabricante para garantizar una aplicación segura y eficaz. Es importante tener en cuenta que el uso excesivo o inadecuado de insecticidas puede provocar la resistencia de las plagas a los mismos, y afectar negativamente la biodiversidad y el equilibrio ecológico en la zona de aplicación.